Consejos esenciales: Cómo superar la Prueba Heroica 'La Prueba del Trueno' y llegar al mágico Santuario de Antuaka en The Legend of Zelda: Breath of the Wild
En el amplio y emocionante mundo de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, los jugadores se enfrentan a various desafíos que ponen a prueba sus habilidades y estrategias. Uno de los más emblemáticos es la Prueba Heroica 'La Prueba del Trueno', un reto que requiere valor, inteligencia y habilidad para superar los obstáculos y llegar al mágico Santuario de Antuaka. En este artículo, te brindamos los consejos esenciales para superar esta prueba épica y descubrir los secretos que se esconden en este lugar sagrado. ¡Sigue leyendo para dominar la Prueba del Trueno y alcanzar el Santuario de Antuaka!
Superar la Prueba Heroica: ¡Cómo atrapar el rayo y llegar al Santuario de Antuaka!
Una de las cosas que jamás debemos hacer mientras estamos buscando los Santuarios de Zelda: Breath of the Wild (o realizando cualquier actividad del juego de Nintendo, en realidad) es ir equipados con armas o armaduras metálicas durante una tormenta, ya que nos estamos convirtiendo en un pararrayos ambulante y podemos acabar sufriendo mucho daño. Pero eso es precisamente lo que debemos hacer si queremos superar la Prueba Heroica La Prueba del Trueno.
La Prueba del Trueno
En la zona oriental del pantano que hay en el sur de Hyrule, en las tierras de la Región de Farone, podríamos escuchar a Nyel tocando su acordeón, señal inequívoca de que hay una prueba heroica para Link por la zona en la que está transitando.
Si hablamos con él, durante su interpretación se nos mostrará un risco cercano, y al mismo tiempo la estrofa dice que debemos invocar el rayo para ver el camino que debemos seguir. Luego, lo lógico es subir a ese risco y jugárnosla atrayendo alguno de los rayos que son tan comunes en esta zona debido a su peculiar meteorología.
No obstante, no es necesario que debamos recibir el golpe de un rayo para completar esta prueba heroica. Lo más seguro y recomendable es subir al risco como podamos (por la lluvia), sin ningún tipo de objeto metálico equipado. Una vez sobre él, basta con que abramos la alforja y seleccionemos soltar cualquier espada, escudo o lanza metálica que llevamos encima.
Esto hará que empiece a chisporrotear en el suelo, con lo cual deberíamos alejarnos. Ya desde una distancia segura, veremos como el primer rayo que caiga sobre el montículo con la pieza metálica encima lo destrozará y dejará al descubierto el Santuario de Antuaka.
Accediendo al Santuario de Antuaka
En su interior, aparte del símbolo de valía en el altar, que es lo más valioso que buscamos, también hay un tesoro, y contiene una prenda que nos habría venido muy bien tener de antemano antes de intentar completar esta prueba por si acaso nos caía un rayo encima: el pantalón aislante.
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